Corea
del Sur ha ocupado un papel destacado en la prensa tradicional española durante
los últimos días. Ayer, los periódicos
contaban cómo el presidente de la República, Lee
Myung Bak, comparaba al líder norcoreano con un “niño malcriado”, según
publicaba EuropaPress, por “desatender las continuas peticiones de la comunidad
internacional para que no lanzara un cohete de largo alcance en violación de
las sanciones que pesan sobre Pyongyang”. En los últimos años, los datos publicados por los informes Pisa han logrado interesar a los gobiernos de todo el mundo, puesto que
sitúan al país en los mejores puestos mundiales tanto en en educación y cultura.
Pero, a pesar de su
aparición constante en la prensa, los españoles –como bien sabemos en
DeComerAparte porque hemos hablado con todos- no sabemos demasiado acerca de
Corea del Sur, y, más allá de los repetidísimos tópicos sobre los países
orientales -a saber “trabajan todo el día” o “son muy buenos en todo lo que
tiene que ver con las nuevas tecnologías”-, no disponemos de demasiada
información de primera mano sobre el país.
El equipo de
DeComerAparte estaba muy preocupado por esta cuestión –no podíamos dejar de
pensar en ello en todo el día- cuando tuvimos la suerte de sentarnos al lado de
un extraño hombre que conocía todas las banderas del mundo y las dibujaba
compulsivamente en una hoja de papel. Nos
contó que usaba –usa- un seudónimo español, David, porque su nombre surcoreano
es impronunciable para un hispano corriente y que su próximo objetivo era aprenderse
de memoria el mapa del metro para poder dibujarlo bien. Y así llegó a nosotros la información de primera
mano sobre Corea del Sur, situado en el Sur de Corea. David ha estado
escribiendo en el Traductor de Google “mucha tiempa” para enviarnos su opinión
sobre ciertas cuestiones relevantes de su país. En los siguientes párrafos podéis leer una síntesis de lo que nos ha dicho:
En primer lugar, al sistema político surcoreano, republicano,
lo califica como “un tipo de buen sistema” porque permite a la gente expresar
su opinión mediante el voto. Luego, añade, es posible escoger desde los
alcaldes de su barrio hasta el presidente, pasando por los senadores (suponemos
que son todos buenos tipos).
En Corea el partido que
está en la presidencia cambia cada cinco años y, por tanto, “las políticas
cambian y los derechos cambian”, esto, para David, es un caos para la nación.
El sistema educativo
es considerado por el Gobierno como la base para el futuro desarrollo de la
nación y actualmente es señalado ante el asombro de los demás países como uno
de los mejores del mundo. Tras finalizar
la guerra entre las dos coreas, la educación surcoreana inició una recuperación
acelerada. Pero en Corea del Sur muchos empiezan a darse cuenta de que, entre
estudiar y aprender a tocar instrumentos o a realizar distintos tipos de bailes, los niños no disponen de tiempo para dedicar a juegos. La exigencia es tan alta
que hace unos años el Gobierno llegó a aprobar una ley que prohibía dar clases
particulares en las escuelas después de las diez de la noche.
Allí hay educación pública, pero en la actualidad muchos estudiantes se van a estudiar a la escuela privada, y la educación pública está viéndose perjudicada.
Allí hay educación pública, pero en la actualidad muchos estudiantes se van a estudiar a la escuela privada, y la educación pública está viéndose perjudicada.
Algo que David valora
mucho de la población española es “su capacidad creativa”, pues en Corea del
Sur son muy buenos con las matemáticas, así como comprendiendo y memorizando
textos, pero el sistema educativo no desarrolla en absoluto la creatividad. Por
lo que nos dice, parece que el sistema surcoreano es muy útil para generar en
el futuro crecimiento económico. Para crear trabajadores que, según David,
trabajan más de diez horas al día en el caso de la empresa privada. Es la forma
de generar riqueza y desarrollo de un país que “no tiene metales, sólo cuenta
con material humano que pueda producir y exportar lo que crea y para eso hay
que trabajar”.
El conflicto entre el
Norte y el Sur de la península de Corea es otro de los puntos que concentran la
atención de muchos países occidentales y, por su complejidad, es un asunto que merecería varias entradas en un blog, entre otras cosas. Pero, en síntesis, la clave antes de hablar del
conflicto es introducirlo en su correspondiente contexto, y es que son dos países
que, tras la guerra, únicamente firmaron un tratado de tregua, por lo que en
realidad se encuentran en una especie de descanso. “Mi país aún está en guerra”-afirma
David. Por este motivo, salvo algunas excepciones, todos jóvenes surcoreanos se ven obligados a realizar el
servicio militar durante 22 meses.
El nivel de tensión
entre los gobiernos de ambos países varía en función de la tendencia ideológica
del que ejerza la presidencia en el Sur. Cuando en Corea gobierna la izquierda,
“las relaciones se hacen menos tensas, y además, envían mucho arroz”. En la
actualidad, el gobierno es derechista, por lo que la tensión es muy alta. “Las
ideas de Corea del norte y su gobierno son muy diferentes, hay muchas miradas,
alguna gente piensa que al ser coreanos somos lo mismo. Otros aceptan que somos
distintos. La mayor parte del público odia su gobierno (dice, refiriéndose al
de Corea del Norte), le parece que es loco. Y espera que mate. Pero algunos
socialistas admiran su gobierno y sus ideas. Dicen que él es genio y Dios, y
etc…” y respecto a esto último, concluye David: “¡qué vista tan extraña!”.
Cuando le preguntamos
que si ha coincidido alguna vez con algún norcoreano, la respuesta es la
siguiente:
“No. No conozco norcoreano, nadie. Todavía no
he encontrado. Si yo entrara norcoreano, él no diría que es de Corea del Norte.
A veces, él podría. Pero, normalmente, las personas que huyen de corea del
norte, se mantienen en secreto. Entonces, si él no me dice que es de Corea del
Norte, yo no podría conocer que lo es.”
En cuanto a la prensa, opina que la española y la coreana son bastante similares. Lo único que destaca de la española son las revistas sobre fútbol, un deporte que le encanta.
Califica al pueblo surcoreano como un pueblo culto, y afirma que le dan mucha importancia a la cultura. "Ellos quieren disfrutar la cultura. Desde ver peli hasta ver monumentos. Especialmente, ellos piensan en el estilo de ropa. Siempre piensan cuál es más la ropa de la última cosecha. Hay muchos cines, teatros y también monumentos. Hay muchos bares y discotecas para jóvenes. Por la noche, ¡qué lugar tan increíble para salir!
Respecto a la religión, hay algo que nos ha llamado la atención, David escribe:"Pese a que menos de uno de cada cinco coreanos son cristianos, casi todos los políticos son cristianos. ¿Por qué? Qué extrañeza, ¿quizás ellos usarían conexiones de la Iglesia? Solo ellos saben. Hay una broma del cristianismo: quería ganar el éxito, en primero va a la Iglesia más grande!" Así que, si queréis ganar éxito en Corea del Sur, ¡debéis ir al a iglesia más grande en primero!
Respecto al botellón, afirma que "es muy buena cultura".
En cuanto a la prensa, opina que la española y la coreana son bastante similares. Lo único que destaca de la española son las revistas sobre fútbol, un deporte que le encanta.
Califica al pueblo surcoreano como un pueblo culto, y afirma que le dan mucha importancia a la cultura. "Ellos quieren disfrutar la cultura. Desde ver peli hasta ver monumentos. Especialmente, ellos piensan en el estilo de ropa. Siempre piensan cuál es más la ropa de la última cosecha. Hay muchos cines, teatros y también monumentos. Hay muchos bares y discotecas para jóvenes. Por la noche, ¡qué lugar tan increíble para salir!
Respecto a la religión, hay algo que nos ha llamado la atención, David escribe:"Pese a que menos de uno de cada cinco coreanos son cristianos, casi todos los políticos son cristianos. ¿Por qué? Qué extrañeza, ¿quizás ellos usarían conexiones de la Iglesia? Solo ellos saben. Hay una broma del cristianismo: quería ganar el éxito, en primero va a la Iglesia más grande!" Así que, si queréis ganar éxito en Corea del Sur, ¡debéis ir al a iglesia más grande en primero!
Respecto al botellón, afirma que "es muy buena cultura".
Para cerrar la entrevista, hemos querido
conocer la opinión de David sobre el Gobierno español, y esta ha sido su
respuesta. Literal:
“Vale, en
primer lugar, yo no conozco todo. Solo conozco que su nombre es Rajoy, es del
Partido Popular, PP y está en la derecha. Y también, yo he escuchado que él
tiene la política de privatización. Yo no puedo juzgar a él. Porque, como he
dicho, yo no conozco todo. Pero, oso a decir, yo creo que su privatización es
horrible. También yo estoy en derecha, pero no máximo. Me expreso media
derecha. Jugar servicio público es un crimen contra el Dios y el hombre y añado
una frase, le parece Papá Noel de feliz navidad, sin llevar las gafas”.
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